Los servicios en el Cloud se caracterizan por proporcionar a los usuarios servicios y aplicaciones que no necesitan implementar en sus instalaciones. De esta manera, pueden realizar las tareas necesarias para desarrollar sus negocios sin tener que invertir grandes cantidades de dinero en infraestructura y software.
Esas son las principales bazas del Cloud Computing: ahorrar en costes de infraestructura, licencias software, personal experto muy técnico que se encargaría de la gestión de los servicios en las instalaciones… Además, el Cloud aporta otros grandes beneficios, como la flexibilidad y escalabilidad inherentes a su arquitectura, elevadas cotas de seguridad y muchas otras ventajas que comentamos con anterioridad.
Hoy, contamos los servicios en el Cloud por decenas, sino cientos. Cada vez son más los proveedores que ofrecen una vía para externalizar la gestión de la infraestructura, y es bajo esa premisa que nos encontramos con un servicio en claro auge: NaaS, Network as a Service.
La red como servicio (Network as a service, NaaS) es un modelo de negocio que consiste en prestar servicios de red a una empresa siguiendo un modelo de suscripción. La configuración y operación de routers y protocolos, optimizadores de WAN y otros componentes, como firewalls pueden ser complicados, y por eso un servicio como NaaS es atractivo.
Con esta modalidad, las responsabilidades de gestión, mantenimiento, administración y seguridad son del proveedor, así como todo lo que rodea a la renovación del hardware, a la gestión del ancho de banda, las licencias software, la instalación de parches, y mucho más.
Normalmente, este tipo de servicios ofrecen tarifas de pago por uso de los recursos ofertados, lo cual incide directamente en los presupuestos de TI, que se ven más desahogados y, sobre todo, libres de esas cargas enormes que supone adquirir y gestionar una infraestructura compleja. Para las pequeñas y medianas empresas, servicios como NaaS les permiten centrarse más y mejor en su negocio, sin tener que preocuparse por el detalle de las cuestiones técnicas.
NaaS también reduce la cantidad de tiempo de personal necesario para mantener la red y reduce el nivel de capacitación y las habilidades requeridas del personal de la red. Con NaaS, la red se convierte esencialmente en otra utilidad que se paga, como la electricidad, el agua o la calefacción.
Una de las preocupaciones que pueden surgir a la hora de valorar contratar NaaS es el tiempo de disponibilidad. No en vano, dependemos de terceros… Pero estas preocupaciones sobre el tiempo de funcionamiento se superan fácilmente porque las tecnologías SD-WAN facilitan el uso de múltiples enlaces de red para proporcionar conectividad a través de Internet. Esto, por sí solo, elimina de un plumazo esta preocupación.
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