La idea de utilizar el calor que producen los ordenadores y servidores para calentar viviendas y oficinas no es nueva. En los últimos años se han desarrollado proyectos que buscan aprovechar todo ese “calor sobrante”, que es necesario disipar de los centros de datos, trasladándolo a los circuitos de calefacción de su propio edificio o de viviendas cercanas, de invernaderos y hasta piscinas.
Se calcula que toda la industria de la tecnología de la información de EE UU produce la suficiente cantidad de calor como para calentar la mitad de los hogares de aquel país. Sin embargo no es efectivo trasladar ese calor desde los centros de datos hasta las viviendas individuales.
De modo que «para llevar ese calor es necesario trasladar la fuente de calor —ordenadores y servidores— a las viviendas», explican en el artículo de New Scientist The computer that crunches cloud data to heat your home.
Esa idea es en la que se basa el desarrollo del Project Exergy, un ‘calentador’ que técnicamente no difiere demasiado de cómo es un calentador de agua o aceite convencional, pero que en su interior contiene seis procesadores que funcionan como unidades de procesamiento bruto para incrementar las capacidades de otros ordenadores, móviles y tablets cercanos, o para procesar información y datos en la nube.
El término exergy se refiere a energía productiva y probablemente el símil más próximo está en la calefacción de los coches que aprovechan el calor producido por el funcionamiento del motor para calentar el habitáculo del vehículo.
En este caso se trata de aprovechar el calor resultante de procesar datos, bien para uso propio o bien «alquilando» la capacidad de procesamiento a instituciones externas que obtienen potencia de cálculo sin necesidad de poseer físicamente el ordenador. A lo largo de los años ha habido numerosos proyectos científicos que han recurrido a la potencia de cálculo distribuida, que consiste en utilizar muchos ordenadores domésticos en lugar de uno o varios superordenadores.
Un ejemplo reciente de computación distribuida es la iniciativa de la World Community Grid a través de la que cualquiera que tenga un ordenador puede “donar” una parte de la capacidad de proceso de su ordenador para dar con una vacuna contra el ébola. Otro ejemplo sería el desafío que supone para los ordenadores la minería de bitcoins.
En el interior del prototipo denominado Henry, desarrollado por Lawrence Orsini, cada uno de los seis procesadores AMD alcanzan los 93˚. Ese calor se absorbe y conserva en un circuito de aceite y se utiliza para calentar un circuito de agua que puede destinarse a la calefacción o para el circuito de agua caliente de la vivienda.
Según Orsini, el prototipo «funciona pero aún no está listo» y es capaz de mantener caliente una vivienda de 100 metros cuadrados; también asegura que un modelo definitivo o más evolucionado resultaría mucho más eficiente, «capaz de capturar y almacenar hasta el 95 por ciento del calor generado en su interior».
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