De vez en cuando surgen nuevos conceptos, o terminología que un día no conocemos y, de repente, sale por todas partes. Es el caso del término «nativo del Cloud». Cuando uno lo lee puede pensar en varias cosas a la vez, así que vamos a intentar aclarar, en este artículo, qué se entiende por ello.

Cloud native es el término original, y en realidad se puede referir a dos cosas: a aplicaciones nativas del Cloud, o a empresas nativas del Cloud. Y, mientras que una empresa nativa en el Cloud puede desarrollar aplicaciones nativas, lo contrario no siempre es equivalente.

Se entiende por aplicación nativa del Cloud aquella que se diseña teniendo en cuenta la infraestructura y servicios del Cloud sobre los que va a correr. Es decir, se trata de un conjunto de servicios pequeños, independientes y de bajo acoplamiento que colaboran para conseguir un determinado objetivo, con un fin.

Esto nos recuerda, sin duda, a la arquitectura de microservicios o al serverless computing, que es algo nativo del Cloud y que permite el desarrollo de este tipo de aplicaciones. Se suele decir que algo es nativo de la Nube cuando las características de este modelo de arquitectura están presentes desde sus primeras fases de desarrollo.

Por ejemplo, la estrategia de migración conocida como «lift & shift», en la que las aplicaciones se trasladan a la Nube con apenas una adaptación, sin rediseño, sin replanteamiento del modelo de datos, etc… no es una solución nativa de la Nube. Eso no quiere decir que no sea válida según en qué casos, por supuesto.

Otra definición de nativo del Cloud es que es un término utilizado para describir los entornos basados en contenedores. Estas tecnologías se utilizan para desarrollar aplicaciones construidas con servicios empaquetados en contenedores, desplegados como microservicios y gestionados en una infraestructura elástica a través de procesos ágiles de DevOps y flujos de trabajo de entrega continuos.

¿Cómo sé si una solución es «cloud native» (o no)?

Las soluciones nativas de la nube son flexibles y permiten desplegar, iterar y redesplegar rápidamente y de manera sencilla, donde sea necesario y durante el tiempo que sea necesario. Son soluciones que nos permiten escalar recursos hacia arriba y hacia abajo sin interrupciones.

Es esta flexibilidad la que permite ofrecer la combinación más adecuada a las necesidades de los usuarios y empresas en términos de coste y prestaciones. La opción de pago por uso de dichos recursos es lo que hace a estas soluciones mucho más competitivas que las opciones tradicionales.

Las soluciones nativas de la nube facilitan la automatización de las tareas de despliegue y las operativas y permiten a los equipos de operaciones estandarizar el despliegue y la gestión del software.

Son, además, soluciones de fácil integración con una enorme variedad de herramientas de nube, lo que permite una amplia supervisión y una solución más rápida de los problemas.