La digitalización en cualquier sector es una apuesta ineludible que repercute a todos los niveles: consumidor, sociedad y medioambiente, no solo a la propia empresa. Concretamente en la alimentación, la incidencia es más palpable porque cualquiera puede percibirla a diario cuando llena su cesta de la compra.
El etiquetado y el coste de los productos es la parte más visible, pero gracias a su trazabilidad es posible identificar lotes en mal estado o alérgenos que pueden afectar a la salud de las personas. También así se puede hacer seguimiento del origen de los ingredientes y del impacto medioambiental de su fabricación o transporte.
La preocupación por la sostenibilidad es una característica de los nuevos consumidores y el retail de la alimentación debe darles respuesta. Una forma es demostrar que comparten ese interés mejorando la eficiencia de procesos gracias a la digitalización. Así se pueden automatizar actividades de menor aportación de valor y mejorar la organización con un acercamiento más holístico.
Los retos a los que se enfrentan las empresas de alimentación también tienen que ver con la incertidumbre en los precios de las materias primas, problemas en el transporte o huelgas que las afecten directa o indirectamente. En este último año hemos podido comprobarlo de cerca y se ha demostrado que la resiliencia también es una habilidad que este sector debe desarrollar.
La digitalización sirve a este objetivo porque optimiza la producción y la logística a través de la tecnología. Al permitir hacer el seguimiento en tiempo real de todo el proceso de elaboración de un producto o automatizar la cadena producción, se reducen los costes de mantenimiento.
Entre las soluciones de T-Systems, destacamos el botón digital de servicio ya que resulta muy práctico para el retail de alimentación. Según su configuración previa, puede enviar peticiones para reponer un determinado producto y mostrar cuándo se completará el envío. Y solo hace falta un clic, por lo que cualquier empleado puede utilizarlo en almacenes o cualquier tipo de edificio.
A este ejemplo de IoT podemos sumar el blockchain como solución para asegurar la calidad en toda la cadena de suministro. Ya que la información que contiene no puede manipularse, esta tecnología ayuda al sector de la alimentación a controlar la trazabilidad y confirmar que los proveedores respetan el proceso y las normativas de seguridad alimentaria de cada país.
Por último, hay que considerar que la digitalización también afecta a la imagen de la marca cuando el consumidor no encuentra con facilidad los alimentos que quiere comprar porque hay un problema de stock, no se cumplen los plazos de entrega o si el servicio no es todo lo rápido y fiable que espera.
Conviene tener presente que el consumidor se ha acostumbrado a un estilo de compra online que, sin la digitalización del negocio, es imposible seguir.
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