Soluciones RFID para evitar el desperdicio de alimentos y fármacos

El control de las existencias perecederas es un punto crítico que afecta directamente al corazón del negocio. Ya sea en la industria alimentaria o en la farmacéutica, un almacenamiento inadecuado conlleva irreparables pérdidas de comida o de fármacos. Según la FAO, un tercio de los alimentos que se producen a nivel mundial se estropea y se pierde. Solo en los Estados Unidos se pierden 150.000 toneladas de alimento al día. ¿Es la tecnología RFID la solución?

En el caso de la industria farmacéutica, los fármacos estropeados lo son por un transporte inadecuado o por un almacenamiento incorrecto. Muchos fármacos son sensibles a la temperatura, por lo que es evidente que para este tipo de productos el control de existencias es mucho más delicado.

Afortunadamente, la tecnología es capaz de ofrecernos la solución perfecta para controlar las existencias perecederas casi a nivel individual. Ya sean alimentos, productos farmacéuticos, productos químicos, nanomateriales o cualquier otro producto con vida útil limitada, es imprescindible disponer de una solución que garantice la trazabilidad constante, y además que permita monitorizar las condiciones de los productos y el entorno de almacenamiento.

Con estas premisas, tanto el IoT como la tecnología RFID vienen al rescate para obtener datos sobre las ubicaciones, estados y condiciones de almacenamiento de los artículos de inventario individuales. Esto se puede hacer mediante localización y seguimiento de estado para artículos de inventario individuales, así como mediante la monitorización de inventario de monitoreo y control del entorno.

¿Cómo se controla un elemento individual del inventario? Cada artículo perecedero recibe una etiqueta RFID que, tras ser autorizada, permite al empleado enviar los datos sensibles del artículo —lote, vida útil, condiciones de almacenamiento y otros datos— a una base de datos.

Gracias a estas etiquetas identificadoras, cualquier solución de inventario inteligente puede ubicar cualquier producto en cualquier lugar dentro de las instalaciones, o bien incluso en el transporte hacia otras instalaciones. Esto se consigue fácilmente porque, a medida que el producto cambia de ubicación dentro de los almacenes, pasará por la zona de cobertura de lectores RFID. Los datos recabados se envían a la nube y se actualiza la ubicación en el sistema.

En caso de que la vida útil de un producto en particular termine pronto, una aplicación de seguimiento de inventario se lo podría notificar a los trabajadores del almacén con la antelación suficiente como, por ejemplo 30 días antes de la fecha de caducidad.

Un sistema así puede tener algunas limitaciones ligadas al coste, principalmente, pero tiene muchos beneficios para estas industrias, como la disminución evidente de la tasa de deterioro; una optimización fuerte en la administración de inventario; e incluso la detección de cuellos de botella en los procesos de fabricación y cadena de suministro.