La suplantación de identidad y el robo de datos son problemas de seguridad graves. Estos ataques pueden venir de muchas fuentes, empezando por el phishing, pasando por la ingeniería social, el robo de contraseñas o por el robo de contraseñas y datos confidenciales. ¿Es la biometría por voz la solución?

La búsqueda de un sistema de autenticación robusto y fiable es constante, y siempre ha de refinarse y mejorarse. La era de las contraseñas parece estar llegando a su fin, a pesar de que para muchos usos sigue siendo válido utilizar contraseñas fuertes.

Un paso más en seguridad es la autenticación en dos pasos, que requiere de dos métodos diferentes e independientes para lograr autentificar a un usuario. Es un método bastante efectivo porque permite «perder» una de las contraseñas o códigos, y aún así será difícil que un atacante logre su propósito.

Sin embargo, no existe el método de autenticación 100% seguro. La potencia de cómputo a la que tienen acceso los ciberdelincuentes no deja de crecer, y las contraseñas parece que ya no son tan seguras como deberían. Así es como entra en escena la biometría, de la que hemos hablado ya en otras ocasiones revelando su potencial en cuanto a seguridad.

Biometría por voz, lo próximo en ciberseguridad

La biometría por voz no solo está concebida para desbloquear dispositivos, sino que tiene una amplia aplicación en tareas de detección de la suplantación de identidad en llamadas o comunicaciones telefónicas.

Esta fórmula de autenticación se basa en los rasgos naturales del lenguaje y de la voz, y se suma a la huella dactilar o el reconocimiento del iris, más conocidas.

Lo bueno de la biometría por voz es que permite medir los rasgos únicos del aparato fonador de la persona y crear, así, un perfil de cada usuario con gran precisión a partir de parámetros físicos concretos de su voz.

Esta tecnología permite identificar al interlocutor al otro lado de la línea de una forma inequívoca —es decir, muy cercana a la perfección—, permitiendo a los call center identificar impostores, y protegiendo a los usuarios: bastaría una simple prueba de voz para demostrar su identidad.

España es el país de la UE con más víctimas de robo de identidad, según un informe de Eurostat. A pesar de que las cifras aumentan rápidamente por el auge de las comunicaciones digitales, el fraude telefónico sigue siendo bastante importante en nuestro país, así que las técnicas de reconocimiento de voz mediante biometría son una buena baza para securizar servicios como la banca online, u otros susceptibles de ser ayacados.