Durante años, el cambio climático se ha debatido en numerosas ocasiones. Hoy, es una evidencia que el clima, a nivel mundial, ha cambiado y provoca un número creciente de eventos climatológicos extremos. Esto significa que hay mayor número de inundaciones, olas de calor o de frío, huracanes o grandes tormentas… y que son, en algunos casos, cada vez más frecuentes.
Todos estos cambios tienen implicaciones en cualquier sector, y los centros de datos no son una excepción. ¿Cómo afecta el cambio climático a la realidad de los datacenter?
Interrupciones en el servicio, problemas de refrigeración
Lo peor que puede suceder en un centro de datos es la indisponibilidad: los cortes en el servicio. Cuando explicamos las clasificaciones «Tier» mencionamos la disponibilidad del servicio como una de las características más importantes y que, precisamente, determinan en cierta medida el Tier en concreto.
El cambio climático podría complicar las cosas en muchos centros de datos. Según un informe reciente del Uptime Institute, el mismo que define la clasificación en «tiers», son muchas las organizaciones que no están desarrollando medidas para proteger sus instalaciones de centros de datos. El peligro, las interrupciones provocadas por olas de calor, por escasez de agua, por incendios forestales o inundaciones. La clave, todos estos riesgos están relacionados con el calentamiento global.
No es tanto que los centros de datos vayan a sufrir más daños materiales por inundaciones, olas de calor o incendios (habrá casos en los que un aumento del nivel del mar obligue al traslado de los centros de datos a otras ubicaciones), como que los cortes en suministros como el agua o la electricidad afecten a la actividad.
Según Andy Lawrence, director ejecutivo del Uptime Institute, el aumento en un solo grado de la temperatura ambiente «puede aumentar las cargas de enfriamiento y reducir significativamente los ahorros de energía del enfriamiento gratuito». Además, cerca de «6.000 kilómetros de fibra en áreas de la costa de los Estados Unidos estarán bajo el agua en menos de 15 años».
El gran reto de los centros de datos para hacer frente al cambio climático es conseguir la resiliencia. Esto significa estar preparados para afrontar cortes de suministros, apostar por una refrigeración cada vez más necesaria, pero hacerlo de manera sostenible, y contar con buenos Planes de Recuperación ante Desastres. Estos planes no solo permiten la recuperación rápida de la actividad, sino que cuentan con numerosas medidas de prevención.
El papel de los datacenters para combatir el cambio climático
Los centro de datos más eficientes también apoyan a otros sectores para combatir el cambio climático. Basta con pensar en la cantidad de aplicaciones y servicios que están a nuestra disposición a través de Internet, y que reducen considerablemente el uso de otros servicios, transportes o tecnologías contaminantes.
Por ejemplo, calcular rutas a través de GPS que den como resultado viajes más cortos, o la posibilidad de hacer videoconferencias en tiempo real a grandes distancias (eliminando, así, la necesidad de desplazamientos internacionales innecesarios).
Desde este punto de vista, los centros de datos contribuyen, también, a reducir el uso de energía en muchos sectores.
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