El respeto por el medio ambiente y la sostenibilidad son dos conceptos que van de la mano. Las empresas tecnológicas tienen una enorme responsabilidad a la hora de reducir lo que se conoce como la huella de carbono. Esta huella es un indicador ambiental que pretende reflejar la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por efecto directo o indirecto al realizar una actividad.
En T-Systems apostamos por la creación de una sociedad más sostenible. Nos lo demanda el planeta, lo demandan nuestros clientes, y también lo hacen los reguladores, que se centran cada vez más en el equilibrio ecológico de las empresas con instrumentos como, por ejemplo, el Pacto Verde Europeo. Este Pacto enuncia una serie de iniciativas de actuación que tienen por objetivo ayudar a la Unión Europea a alcanzar el objetivo de la neutralidad climática para 2050.
Gracias a la creciente eficiencia de los centros de datos, la transformación digital y la digitalización son claves para reducir el impacto ambiental en el planeta. Tal y como contamos en un artículo dedicado a esta creciente eficiencia, «según un estudio publicado en la revista Science, las cargas de trabajo en centros de datos se han multiplicado por más de seis veces desde 2010, pero, sin embargo, el consumo de energía de estos centros de datos ha variado muy poco en el período 2010-2018: un 6% más, exactamente».
Por este motivo, resulta natural que, en 2021, T-Systems se haya adherido al Pacto por la neutralidad climática de los centros de datos. Es la manera de dar un paso más hacia las tecnologías verdes y la neutralidad climática.
Además, como parte del Grupo Telekom, T-Systems adquiere los objetivos en materia de cambio climático del Grupo DTAG. De esta manera, nos comprometemos a un balance energético neto cero en relación con el consumo energético directo e indirecto hasta 2025, incluida una reducción de hasta el 95 % entre 2017 y 2025; a que el 100% de la energía sea sostenible para el Grupo Deutsche Telekom a partir de 2021; a un 25% de reducción de las emisiones por cliente en el ámbito de las emisiones de la cadena de valor entre 2017 y 2030; y a las cero emisiones netas para los alcances 1 al 3 hasta 2040, como máximo.
Todos ellos son compromisos sólidos y ambiciosos que tienen como objetivo ser cada vez más sostenibles sin perder eficiencia y capacidad de respuesta. No podemos negar que el cambio climático ya es una realidad, y por ese motivo es labor de todos, desde los proveedores de servicio hasta los usuarios de estos, trabajar en la reducción de la huella de carbono y garantizar la sostenibilidad empresarial.
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