Un coche autónomo dispone de cientos de sensores de todo tipo, tanto en el interior del habitáculo como en el exterior de la carrocería. De esta manera, detecta el entorno y es capaz de saber qué condiciones ambientales o físicas se presentan e, incluso, puede registrar el estado de ánimo de los ocupantes.
Además, según los expertos, el coche autónomo puede contribuir a frenar la propagación del Covid-19incluyendo una serie de sistemas en su interior pensados específicamente para ello, sobre todo en tres áreas: la desinfección, la posible detección del contagio y el mantenimiento del distanciamiento social.
Sistemas para prevenir el COVID-19 en el coche autónomo
Para la desinfección de las superficies de contacto, se puede pensar en utilizar luces ultravioletas C (UV-C) en la cabina del coche. Este tipo de luz tienen un efecto germicida. Además, las superficies de plástico y vidrio tradicionales se pueden sustituir por plásticos y vidrio antimicrobianos para reducir la posibilidad de contagio de los ocupantes cuando tocan las superficies de la cabina.
Esta desinfección también se podría plantear mediante un ciclo de calor en el que la climatización del coche pudiese calentar el habitáculo durante un largo período para reducir la cantidad de contaminación microbiana, aunque en este caso debería estar libre de ocupantes.
Otro punto importante para minimizar el riesgo de contaminación por COVID-19 es mantener el ambiente ventilado y purificado. Así, instalar purificadores de aire que filtren las impurezas del aire hasta PM 2.5, lo que se considera adecuado para combatir los gérmenes y la contaminación.
El uso de filtros de aire y partículas de alta eficiencia (HEPA) también puede filtrar gérmenes transportados por el aire dentro de la cabina cuando se activa la recirculación del aire, lo que hace que sea más seguro para los pasajeros.
Otras funcionalidades del coche conectado
Recordemos que un coche autónomo es también un coche conectado, por su propia naturaleza. De esta manera, gracias a sistemas como las cerraduras automáticas, o tener el arranque y parada del motor controlado a través de aplicaciones móviles pueden reducir el contacto con la superficie dentro y fuera del vehículo.
Las aplicaciones móviles pueden utilizarse para otras muchas cosas, como para la propia venta de los automóviles, para dar servicios posventa sin contacto, para gestionar el mantenimiento de vehículos en los concesionarios, la asistencia en carretera, o el servicio de mantenimiento a domicilio, entre otras cosas.
El uso de los asistentes de voz reduce aún más el contacto con las superficies en la cabina. Por otro lado, la inteligencia artificial emocional no solo ayuda a la operación normal del vehículo, sino que se puede utilizar para mejorar la detección temprana de los síntomas de la enfermedad, por ejemplo, detectando síntomas visibles en los pasajeros como la tos y la fiebre.
Los coches automatizados, autónomos y conectados tienen todo a su favor para ayudarnos a detectar los primeros síntomas de un potencial contagio, a mantener la distancia interpersonal que en el transporte público es inviable, y también a mantener unas condiciones de higiene excepcionales en el habitáculo.
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