La búsqueda de la fiabilidad en las operaciones es como el Santo Grial para las empresas. Una fiabilidad sin fisuras permite maximizar el tiempo productivo, estar siempre disponibles para los clientes y, en definitiva, no perder ninguna venta.

Cuando se produce algún fallo, como puede ser que una tienda online deje de estar disponible, o que falle la pasarela de pago, el cliente se va con cierta probabilidad. A veces, para siempre. Si un trabajador a distancia tiene problemas con las aplicaciones que utiliza para desempeñar sus tareas, su productividad se va a ver afectada.

Cualquiera que sea el fallo de la infraestructura, afectará al negocio. Puede que sea tan sólo unos segundos, puede que lleguen a ser horas, o días. El caso es que no se va a resentir exclusivamente la parte económica, sino que la propia reputación de la organización se va a ver comprometida.

Por ese motivo, es vital contar con un partner capaz de proporcionar servicios gestionados de infraestructura que permitan a las empresas impulsar su productividad y maximizar la fiabilidad y disponibilidad.

¿Cuáles son las ventajas de las infraestructuras gestionadas?

T-Systems ofrece a sus clientes su amplia experiencia en tecnologías, seguridad, digitalización de los procesos empresariales y cloud computing, además de toda la experiencia acumulada durante años de trabajo con diferentes sectores de la actividad. Por eso, las infraestructuras que gestionamos van a aportar un valor diferencial a aquellas empresas que deseen centrarse en su negocio, y dejar las cuestiones relacionadas con la fiabilidad a los expertos.

¿Cuál es ese valor diferencial?

• Coordinación profesional del cloud, que permite gestionar sistemas heterogéneos cloud-legacy sin que haya impacto negativo, reduciendo la carga de los departamentos de TI y aumentando la estabilidad de la infraestructura.
• Infraestructura gestionada como servicio (IaaS), de manera que el cliente tiene a su disposición un equipo de soporte y técnico a cualquier hora, cualquier día. Todo el servicio se proporciona cumpliendo con los estándares más estrictos en cuanto a privacidad y normativa.
• Mayor seguridad frente a fallos, recuperación de datos y planes de emergencia. Como ya comentamos, los fallos en la infraestructura provocan daños económicos y pérdida de reputación para las empresas. Minimizar estos datos es esencial, por tanto es necesario disponer de buenas estrategias de backup, redundancia y otros métodos para garantizar no sólo la integridad de los datos, sino la recuperación pronta ante cualquier desastre.
• Gestión proactiva y controles predictivos. El objetivo es adelantarse a los problemas gracias a la gestión proactiva y no reactiva, y activar las herramientas inteligentes que detectan potenciales factores causantes de problemas antes de que estos se produzcan.
• Acuerdos de nivel de servicio (SLA) adecuados, de manera que nuestros consultores pueden asesorar al cliente acerca de cuáles son los niveles de servicio que mejor se adaptan a sus procesos y a las herramientas esenciales para su empresa.