La Inteligencia Artificial es una de las grandes aliadas de los negocios, ya sean muy grandes o muy pequeños. Para las grandes compañías con enormes recursos, la IA puede ser decisiva a la hora de tomar decisiones estratégicas a nivel global gracias al análisis de ingentes cantidades de Big Data.
Para las pequeñas empresas y los comercios minoristas, esto también es cierto. Sea cual sea el tamaño de un negocio, los algoritmos de IA son aliados para analizar los datos disponibles, detectar tendencias, obtener más beneficios económicos y, también, lograr mayores cotas de sostenibilidad.
Es en este apartado el que más minoristas están descubriendo en la actualidad. La primera razón para adoptar algoritmos de IA era, simplemente, obtener más beneficios en el negocio. Ahora, muchos se están dando cuenta de que existen otros beneficios tan importantes como los económicos como esa sostenibilidad que, además, es compatible con la parte económica: la IA es capaz de tomar decisiones que logren la sostenibilidad y aumentar las ganancias al mismo tiempo.
Una investigación de PwC sugiere que el uso de la IA para tomar decisiones sobre áreas relacionadas con el medio ambiente como la agricultura, el agua, la energía y el transporte podría añadir más de 5 billones de dólares (sí, con ‘b’) a la economía mundial en la próxima década.
Este es un concepto relativamente nuevo que viene a destacar el error clásico de que es necesario elegir entre rentabilidad y sostenibilidad.
¿Cómo se puede lograr esta mejora en la sostenibilidad sin perjudicar a los beneficios? Puede lograrse midiendo la probabilidad de la necesidad, de la demanda y del consumo. De esta manera, la IA, junto a tecnologías como el IoT, puede ayudar a reducir los desechos evitando que los productos caduquen y evitando retener productos que se vuelven superfluos por las tendencias estacionales.
De esta manera, también se reducen las probabilidades de que los minoristas compren existencias que se vayan a desperdiciar, y se limita el número de viajes necesarios para trasladar y almacenar los artículos. Todo esto supondría un coste directo para la empresa y el medio ambiente que, gracias a los algoritmos de IA, se ahorra.
En estos tiempos en los que necesitamos iniciativas y herramientas para mejorar la sostenibilidad global, cuidar el medio ambiente y mantenernos competitivos, la IA llega para proporcionar una forma tangible con la que los minoristas pueden empezar a reducir su huella de carbono y su impacto en el medio ambiente.
Así, aquellos minoristas que ignoraban las bondades de la inteligencia artificial para proporcionar rentabilidad a la empresa tienen otro motor (tan importante, o más) para cambiar.
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