A la hora de tomar decisiones de consumo y de valorar más a una marca frente a otras, los consumidores tienen cada vez más en cuenta las cuestiones de sostenibilidad. Un 42% de los compradores reconoce que la sostenibilidad es muy importante y que ya es un elemento que valora cuando compra, como señala un estudio reciente de SAP.
No es el único análisis que demuestra la importancia de la sostenibilidad. Otro igualmente reciente apunta que el 73% de los españoles reconoce tomar decisiones de compra partiendo de criterios de qué producto o marca son más sostenibles. Lo hacen no solo porque consideren que el matiz ético sea importante, sino también porque –como asegura el 62% de los encuestados– están convencidos de que se puede cambiar el mundo impactando en él a través de las decisiones de consumo. Las compras se han convertido en una suerte de activismo político.
Por todo ello, es cada vez más importante que las compañías mantengan un compromiso claro con la sostenibilidad. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se han asentado como la carta de navegación que deben seguir las administraciones públicas, pero también en la guía aspiracional que deben mantener las empresas. Los ODS ayudan a establecer pautas de trabajo y seleccionar prioridades.
Sin embargo, el compromiso de las compañías con los ODS no debe ser solo filosófico, sino que debe ser real. Los consumidores temen que las compañías solo proclamen su respeto por la sostenibilidad a modo de reclamo publicitario y no como una línea de actividad real. De hecho, el 72% de los consumidores está convencido de que las promesas sostenibles de las corporaciones son spam publicitario.
Un compromiso real
Las compañías deben asegurarse de que su compromiso es real, de que están cumpliendo con las expectativas de los consumidores y de que estos tienen acceso a toda la información que les confirma qué están haciendo. Al fin y al cabo, el 75% de los compradores asegura que no son capaces de diferenciar por completo entre qué compañías son sostenibles y cuáles no lo son. Las empresas deben ser transparentes con todos los datos sobre sostenibilidad: deben simplificar el camino para que los consumidores encuentren todo lo que necesitan saber sobre su postura y su trabajo en los ODS.
Pero, además, las propias compañías deben hacer un trabajo de autocrítica, un examen de conciencia de su propia actividad. Deben asegurarse de que están siguiendo realmente el camino que se han trazado. Contar con equipos y personal especializado en estas cuestiones es muy importante, como también lo es sacar el mayor partido posible a la tecnología disponible.
El big data ayuda a cumplir con los ODS y soluciones como Syrah permiten medir la actividad y el grado de cumplimiento con la estrategia corporativa de sostenibilidad. Syrah es la primera solución en el mercado para la monitorización y medición del cumplimiento de los ODS y ayuda tanto a organismos públicos como a empresas privadas a hacer un seguimiento de su estrategia de sostenibilidad. Gracias al uso de los datos, permite detectar qué está funcionando y qué no, ayudando a cumplir objetivos y a modificar la pauta allí donde no se está yendo en la dirección esperada.
Con todo ello, Syrah ayuda a las compañías a asegurarse de que su estrategia de sostenibilidad no se queda en palabras mojadas, sino que funciona como un compromiso real.
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