El Big Data hace referencia al conjunto de datos de gran magnitud que requiere ser procesado, debido a que supera la capacidad habitual de los sistemas informáticos. Estos se caracterizan por su variedad, volumen, velocidad e, incluso, visualización. La presencia del Big Data en los distintos negocios ha supuesto un gran avance en todos ellos. Algunos ejemplos se pueden apreciar en el sector del retail, ya que a través de la recopilación de datos y su conversión en conocimiento es posible mejorar su impacto, ofrecer soluciones analíticas y trasladar todo esto a los distintos ámbitos de las empresas, para hacerlas más eficientes.
Nuevos sectores profesionales con el Big Data
La evolución es tal en todas las áreas que han surgido nuevas profesiones, como científicos de datos, analistas de negocio 2.0, ingenieros de visualización o, incluso, «traductores» de todos los datos obtenidos en oportunidades de negocio concretas. Así, carreras como la Ingeniería, la Informática, las Matemáticas o la Estadística están en auge. Incluso, sectores como el Periodismo, la Automoción, la Banca, la Salud, la Publicidad, la Energía, los Servicios Urbanos o la Cartografía, se ven afectados por este cambio de paradigma.
Evolución del Big Data en el retail
En el sector del retail, comenzó a utilizarse alrededor del 1995, cuando el supermercado Tesco puso en marcha el primer programa de tarjetas para fidelizar clientes. De esta manera, la empresa comenzaba a conocer patrones de comportamiento de sus clientes, analizar miles de datos y organizar sus estrategias en consecuencia. Esto ha desembocado, en la actualidad, en una gran herramienta de los minoristas con múltiples usos, como crear mayores impactos, fidelizar mejor a los clientes, gestionar más eficazmente los sistemas logísticos o las ventas cruzadas. Este concepto permite mejorar la experiencia en las tiendas, en decoración, música, olor, trato del personal, escaparate, forma de organizar los productos en el local, diseño…
Como es obvio, todo avance cuenta con una parte positiva y otra negativa y, en este último aspecto, figura la creciente pérdida de privacidad de los ciudadanos. Destacan casos como las famosas filtraciones de Edward Snowden para The Washington Post y The Guardian, en 2013, sobre la red de espionaje desarrollada por Estados Unidos con el beneplácito de Microsoft, Google y Facebook. A esto se suma la situación de la legislación española, en cuanto a protección de datos, que se remonta al año 1999 y no ofrece una regulación específica para móviles o cloud computing.
En definitiva, la inmensa red de máquinas interconectadas que envían información a cualquier parte del planeta, cada segundo, da una idea de hasta dónde avanza el desarrollo del Big Data. Esto se traduce en que cuantos más datos puedan ser cuantificados, mayor capacidad de perfeccionamiento y mejora habrá en las estrategias de los negocios de retail.
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