La tecnología es una gran aliada de los sistemas de emergencia. Iniciativas como eCall, el sistema de llamada de emergencia de la Comisión Europea, son buena muestra de ello. El coche conectado, o las tecnologías car2x, son otra buena muestra de cómo se puede mejorar en seguridad a la vez que se integran nuevos servicios a bordo. Todo ello nos lleva a concluir que la tecnología mejora los sistemas de emergencia y, en concreto, el Internet de las Cosas.
Con la creciente existencia de dispositivos autónomos (también entrarían en esta categoría los futuros coches autónomos), la aplicación del IoT para contribuir a ayudar en situaciones de emergencia tiene cada vez más interés.
Es fácil ver cómo los dispositivos conectados pueden ayudar en situaciones de emergencia. Por ejemplo, estos dispositivos pueden enviar alarmas de emergencia rápidas desde el lugar en el que se está iniciando una situación comprometida (incluso, con la inteligencia suficiente podrían inferir que se va a producir una situación de emergencia a corto plazo), lo que daría gran ventaja a los equipos de respuesta.
Por otro lado, los dispositivos conectados pueden tomar medidas ellos mismos, como puede ser el caso de sistemas domóticos que apaguen la energía o cierren el agua en el hogar. Sin embargo, las aplicaciones de emergencia y de misión crítica imponen una serie de requisitos muy exigentes para cualquier tecnología que puedan usar.
Para empezar, la fiabilidad de los dispositivos encargados de ayudar en las emergencias debe ser excelente. Después, sus funciones de transmisión de datos deben ser seguras, y todos los dispositivos deberían cumplir con ciertos estándares.
Las recomendaciones de ETSI
ETSI, el Instituto Europeo de Normas de Telecomunicaciones, publicó un informe técnico (TR 103 582) que examina este tema en detalle. El informe, en lugar de analizar cómo los dispositivos IoT pueden ser útiles para activar alertas o contactos de emergencia, revisa los posibles beneficios del uso de datos de dispositivos IoT en otras áreas.
Por ejemplo, estudia cómo hacer uso de datos agregados para predecir problemas futuros, como utilizar las lecturas de temperatura y humo para predecir un incendio, o cómo la alta presión en una tubería de gas podría indicar la necesidad de realizar acciones correctivas antes de que ocurra una explosión.
Además, establece cuatro áreas clave donde los dispositivos IoT podrían ayudar en emergencias. Son estas:
- Comunicaciones de emergencia, es decir, personas que contactan los servicios de emergencia.
- Comunicaciones de misión crítica o, lo que es lo mismo, la necesaria comunicación entre el personal de servicios de emergencia cuando se da la situación.
- Sistema de alerta pública (conocido por sus siglas en inglés, PWS), la comunicación de transmisión unidireccional desde las autoridades hacia las personas.
- Respuesta de emergencia automatizada: una nueva área en la que los dispositivos IoT se comunican directamente con las autoridades, otros dispositivos IoT o un sistema central automatizado para poner en marcha las acciones necesarias para evitar daños adicionales a las personas.
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