Tags:

Hoy es muy común leer artículos sobre blockchain, descubrir nuevas aplicaciones de la cadena de bloques e intuir hasta dónde puede llegar todo lo que se relaciona con esta “tecnología”. Si echamos la vista atrás, parece que haya explotado todo en cuestión de un puñado de años, cuatro o cinco a lo sumo.

Sin embargo, blockchain lleva entre nosotros más tiempo, quizás tomando otras formas, pero como un concepto específico que nació muchos años antes de lo que nos esperamos. En realidad, nació como consecuencia lógica de, entre otras cosas, movimientos “cypherpunk” en los años 90, que a su vez bebieron de otro tipo de movimientos que, en el fondo, tenían como objetivo ofrecer herramientas para garantizar la privacidad de las personas.

Aclararemos, eso sí, que esto no significa que la cadena de bloques sea parte del movimiento cypherpunk (al que se adscribe “cualquier activista que defiende el uso generalizado de la criptografía fuerte y las tecnologías que mejoran la privacidad como una ruta para el cambio social y político”).

Blockchain

Mito 1: existe una (y solo una) tecnología blockchain

Esto es similar a afirmar que blockchain existe para la creación de monedas virtuales. Ya hemos visto que las aplicaciones son incontables (y aparecerán más) y que, por tanto, no se puede hablar de ella tan solo como moneda virtual. Pues en el caso de la tecnología, no podemos decir que sea única.

Sí es posible hablar de blockchain públicas y privadas, con sus evidentes diferencias. Dentro de las públicas (como Bitcoin, Ethereum y otras conocidas) existirán tres elementos que determinan la tecnología implementada: el protocolo (por ejemplo, Bitcoin), el token (bitcoin, con minúscula para diferenciarlo del protocolo: se refiere a la moneda en sí), y la base de datos transaccional (blockchain).

Cada cadena de bloques pública tendrá sus propias implementaciones de cada uno de los tres elementos, y por eso no es posible generalizar fácilmente y hablar de LA tecnología blockchain.

De hecho (y podría ser el mito número dos), no tiene demasiado sentido hablar de “tecnología blockchain” sin más, puesto que la idea detrás de estos desarrollos es clara: “crear herramientas que ayuden a la humanidad a progresar, poniendo a nuestra disposición desarrollos nuevos de sistemas de organización social que quizás pudieran ayudar a superar las limitaciones de nuestros sistemas de organización, muy centralizados desde los últimos 200 años” (fuente).

Se puede decir que las blockchain públicas tienen una filosofía detrás que las convierten en instrumentos de cambio social al ofrecer herramientas que permitan mejorar procesos en ciertas áreas escapando de sistemas centralizados que se han demostrado ineficientes.

Mito 2: todo se puede resolver mediante blockchain

No hay generalización buena [sic], y tan solo porque blockchain esté presente en cada vez más contextos, no significa que sea una solución universal a nuestros problemas. Soluciona de forma magistral problemas como los pagos privados, con ella somos capaces de crear contratos inteligentes y puede aplicarse a un gran número de procesos y sectores, hasta tal punto que podría revolucionar algunos de ellos, pero no sirve para todo.

En realidad, hay soluciones centralizadas que pueden funcionar a la perfección y resolver problemas mucho mejor que la cadena de bloques. Visto de otro modo, algunos problemas pueden necesitar de blockchain para llegar a una mejor solución, para otros no tendrá sentido, y para otros problemas tendremos que esperar a alguna nueva tecnología futura.

Por ello, es aconsejable no confiar en que será blockchain la tecnología que tendrá la solución a todos los problemas de la humanidad, como parece que se quiere vender, en ocasiones. Blockchain y sus características esenciales están demostrando ser la tecnología fundamental para permitir plataformas de pago tan seguras y anónimas como queramos, o para, simplemente, eliminar a los intermediarios en multitud de transacciones, pero no se puede considerar como la piedra de Rossetta de la tecnología.

Deja tu comentario sobre "¿Cuáles son los mitos más comunes sobre blockchain?"

Nos encantará conocer tu opinión, pero primero tenemos que indicarte que los comentarios están moderados, y no aparecerán inmediatamente en la página al ser enviados. Evita, por favor, las descalificaciones personales, los comentarios maleducados, los ataques directos o ridiculizaciones personales, o los calificativos insultantes de cualquier tipo, sean dirigidos a los autores, a cualquier otro comentarista o la empresa propietaria de esta página. Estás en tu perfecto derecho de comentar anónimamente, pero por favor, no utilices el anonimato para decirles a las personas cosas que no les dirías en caso de tenerlas delante. Intenta mantener un ambiente agradable en el que las personas puedan comentar sin temor a sentirse insultados o descalificados. No comentes de manera repetitiva sobre un mismo tema, y mucho menos con varias identidades o suplantando a otros comentaristas. También, procura que tus opiniones estén relacionadas con lo que se comenta en esta entrada. Los comentarios off-topic, promocionales, o que incumplan todas estas normas básicas serán eliminados.


Presto mi consentimiento para que, de acuerdo a la normativa europea de protección de datos, T-Systems ITC Iberia S.A.U trate mis datos personales con la finalidad de identificar al autor del comentario previo. Estos datos se pueden ceder a las empresas del grupo Deutsche Telekom AG. No está prevista la realización de transferencias a terceros. Puede ejercer sus derechos de acceso, rectificación, supresión, limitación, oposición y portabilidad de datos solicitándolo por escrito a: T-Systems ITC Iberia SAU, Carrer Pere IV, 313. 08020 Barcelona, o a través de correo electrónico a FMB.TS-IB-PROTEC-DATOS-PERSONALES@t-systems.com. A su vez, puede dirigir cualquier consulta al Delegado de Protección de Datos a la dirección indicada anteriormente con la finalidad de identificar el autor del comentario previo y gestionar su consulta si fuera el caso.