La crisis del coronavirus ha traído al primer plano de la actualidad la necesidad de abordar la transformación digital en las empresas de cualquier tamaño, y de cualquier sector. Las que ya estaban preparadas antes de la emergencia sanitaria fueron capaces de poner en marcha planes de teletrabajo para sus empleados, de manera que no se perdiera capacidad productiva a raíz del confinamiento.
Aquellas empresas que no llegaron a tiempo, ya sea porque carecían de herramientas o por cualquier otra razón, han visto que la transformación digital no es una moda, ni algo pasajero, sino que es el futuro inmediato y la garantía de poder seguir produciendo, incluso, en caso de crisis grave. Sin digitalización, no hay competitividad y se pierden oportunidades, ni más, ni menos.
¿Qué ha provocado esto? Que cada vez sean más las empresas que se sumergen en el proceso de transformación digital y, por tanto, cada vez se necesitan más talentos TIC en el seno de las compañías. Es verdad que una solución válida es la contratación de servicios Cloud a proveedores especialistas, pero a medio plazo es necesario disponer de personal cualificado en las empresas.
Si, históricamente, el talento TIC destacaba por su escasez, en los tiempos que vienen tras la peor parte de la crisis sanitaria se va a notar mucho más.
El dato es revelador: las TIC han sido capaz de mantenerse como uno de los sectores con mayor demanda de profesionales con más de 9.000 vacantes durante el segundo mes de confinamiento.
Estamos ante un panorama en el que se acentúa la demanda de servicios online para todas las facetas de la vida cotidiana, y no solo en el plano laboral. Si cada vez pedimos más comida a domicilio, planeamos el ocio en casa, trabajamos a distancia y restringimos nuestras experiencias presenciales, la demanda de talento TIC crecerá exponencialmente porque hay que desarrollar soluciones, implementar servicios y dar soporte y atención al cliente.
Como anotan en la web computing.es, «la práctica consistirá en una tendencia hacia la fuerza de trabajo (workforce) líquida, donde los modelos de contratación evolucionen hacia contrataciones basadas en proyecto, con un fuerte componente de teletrabajo y la necesidad de entornos colaborativos con maneras de trabajar ultraeficientes».
Se hace necesario no solo atraer el talento TIC hacia la empresa, sino retener el existente. En un contexto como el que se puede prever a corto plazo, es decir, trabajo remoto y equipos deslocalizados, la supervisión será más difícil que antes. Mantener alta la confianza y la motivación del personal será fundamental, y marcará la diferencia entre los buenos líderes y los que no lo son tanto.
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